¿Cuántas veces has sufrido la sensación (o certeza), que te ponen palos a los engranajes del motor que hace funcionar tu empresa, tu proyecto; que no te dejan avanzar…?

Todas las personas más allá de la experiencia y conocimiento que podamos tener en nuestro trabajo, reconocimientos, número de seguidores, cartera de clientes escasa o grande; todos absolutamente todos; sufrimos distintos tipos de obstáculos (internos o externos), que a veces hacen frenar nuestro negocio.

Lo vemos reflejado al reducirse las ventas, las visitas a tu web, Blog, participación en las redes sociales; en las llamadas o mails solicitándote un presupuesto, alguna consulta…

Claro está que, en normas genéricas, no puedes tomar como referencia un período vacacional; porque allí tendrías la explicación.

Veamos algunos de los obstáculos que has compartido conmigo a lo largo de este año, tengo la suerte de tener un grupo de seguidores muy fieles, comerciantes, Pymes, emprendedores que confían en mi trabajo y profesionalidad; y con los que trabajamos conjuntamente para desarrollar su negocio, su proyecto.

Cuando un obstáculo te permite mejorar tu estrategia de negocio

Obstáculos propios o internos:

  • No saber gestionar adecuadamente el tiempo.
  • Estar desmotivado, atravesando una enfermedad, o cualquier otro tema emocional.
  • No haber establecido un rumbo.
  • Tener un empleado, socio, proveedor o colaborador que no suma, no construye; más bien destruye…
  • Creerte eso de que debes ser un super hombre o super mujer, no tomarte descansos y estar siempre online, offline; y no tener tiempo para ti…
  • Caer en la trampa de promesas y recetas mágicas para tu negocio, cuando la respuesta puede estar simplemente en la autoescucha.

Para ser buen empresario, emprendedor, comerciante; debes de sentirte feliz con tu vida, tu trabajo, tu entorno. Además de tener ciertos conocimientos, ganas y algo de experiencia; debes de saber que quieres conseguir, por donde pasas y por donde no.

Obstáculos ajenos o externos:

  • Alguien que rompe un contrato establecido, y no desea continuar con él.
  • Clientes o prospectos que cambian de parecer, dando prioridad a un precio más bajo ofrecido por un competidor.
  • Temas legales, impuestos que suben, o aplicación de nuevas tasas, normativas, etc…
  • Ayuntamientos que toman decisiones que no favorecen a sus ciudadanos, el desarrollo de las ventas de comercios y empresas locales.

Al encontrarte con obstáculos externos, además de enfadarte muchísimo (cosa que es normal), te recomiendo tomes al toro por los cuernos (dicho muy común en España, ¿se entiende verdad?)

¿A qué me refiero? no caigas en la trampa de la queja continua, o distracciones que abundan en nuestra sociedad actual.

Paralizarte o seguir haciendo exactamente lo mismo, solo te ayudará a autocompadecerte, y sinceramente eso no te permitirá aumentar tus ventas, generar confianza, mejorar, ni avanzar.

Lo cierto es que muchas veces los obstáculos nos ayudan a agudizar nuestro ingenio, hacernos más fuertes, crecer…; más allá de enfadarnos y tener ganas de gritar, quejarnos, o hasta pensar un improperio hacia mí, por decirte esto jajaja.

Cuando un obstáculo te permite mejorar tu estrategia de negocio

Muchas veces la vida te pone a prueba, y no solo con situaciones personales; también empresariales…

Pues la pasividad no te ayuda en absoluto, sea lo que sea a lo que te enfrentas “no te des por vencido”.

Sé de lo que hablo… Tómate un tiempo para reflexionar, respirar, analizar donde estás y donde deseas estar, sin engaños, sin hacerte boicot, sé sincero; vamos…, estás a solas contigo mismo.

¿Necesitas 1 semana, 15 días o un mes para digerirlo? Pues te lo tomas, es mejor eso que la falta de decisión; coge una libreta y empieza a anotar todas las cosas negativas que te proporciona este obstáculo. Luego intenta pensar que si la situación es así y no está en ti cambiarla; que puedes hacer para no perder la cartera de clientes, o el volumen de ventas que has logrado, la calidad de tu servicio, tu reputación.

Si ves que necesitas la opinión de un experto, consúltale; tómalo como una inversión y no como un gasto. La autogestión está bien, pero eres un ser humano, no un super dotado ¿ok?

A veces se necesita cambiar ciertos parámetros para llegar a cumplir nuestros objetivos. El mercado está en constante movimiento; así como gustos, circunstancias y necesidades de las personas.

¡Crea tu propio estatuto! ¿Y por qué no? ¿Acaso no lo mereces? Yo creo que sí :-).

Mira lo que dice la Wikipedia …[Estatuto es cualquier ordenamiento eficaz para obligar, como un contrato o un testamento.1 Un segundo significado es el proveniente de los países anglosajones, donde ‘statute’2 significa Ley aprobada por el Parlamento]…

Tiempo de cambios para tu empresa, tu proyecto, tu comercio…

¡Bienvenido al club!, no estás solo :-).
Un fuerte abrazo, Sandra.

Fuente imágenes: Freepik